L-Gante contó en detalle cómo fueron sus días detenido, la relación con otros presos y con la policía: “No tenía ni un colchón”
“Soy inocente”, es lo primero que dijo este viernes Elián Ángel Valenzuela -popularmente conocido como L-Gante– a una semana de haber recuperado la libertad, luego de casi 100 días detenido en la DDI de Quilmes, en el marco de una causa por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tenencia de armas de fuego.
El referente de la Cumbia 420 -que escribió más de 20 canciones durante sus días de detención en la Celda 4- explicó que se trató de una “discusión con un vecino” que vive a 50 metros de su casa. Que días después de aquel alternado le habían llegado comentarios en el barrio de que había sido denunciado, motivo por el cual no se sorprendió cuando efectivos policiales se presentaron en su casa para detenerlo.
Con respecto a aquel momento, recordó: “Yo seguí mi vida normal, como si no hubiese pasado nada. Un día llego a mi casa después de un show, me acuesto a dormir y me despierta mi amigo para decirme que le levante a comer, que habían hecho guiso”. El músico le pidió que le diera unos minutos para “despabilarse”. Y de un momento a otro sintió que lo destaparon. “Eran como 20 policías”, contó.
“En una mano, un teléfono y en la otra, una pistola”, relató sobre la posición de los efectivos policiales que le indicaron que se levantara y “mostrara la cara”. “Esperá, dejame tranquilo un momento. Me visto y después hacemos todo lo que tenga que hacer”, les dijo L-Gante al momento en que entendió que aquella situación judicial correspondía a la discusión que había tenido con su vecino. “Yo estaba durmiendo con dos femeninas y había un par de amigos en la planta baja de la casa. Pasaron casi 100 días y volví a ver a todos”.
Una vez que llegó al centro de detención, y mientras le hacían los controles físicos -”me revisaron que no estuviera lastimado”-, comenzó a escuchar los gritos de otros detenidos que tenían conocimiento de que él sería su próximo compañero. “L-Gante, sabemos que estás acá”, escuchó el músico de lejos, aunque no pudo verle la cara a ninguno.
Estuvo en una celda individual, la número 4, desde la que firmaba todos los escritos que su entorno hacía públicos a través de las redes sociales. “Estaba tranquilo, todos me hablaban bien. Estaba solo, me tenía que conseguir las cosas porque llegué y no tenía nada. Ni colchón. Con lo puesto. Menos mal que les dije que me vestía, sino iba en short”, continuó L-Gante en la entrevista que dio este viernes en Crossover, por Vorterix.
“Ahí habré pasado dos días medio precario. Después, me alcanzaron colchón, almohadas, frazadas. Me prestaron las cosas los detenidos que están ahí. Así que les mando saludos a todos: celda 1, 2 y 3, les deseo lo mejor, que se reformen en la sociedad”, agregó el referente de la Cumbia 420 que próximamente lanzará un nuevo disco con el nombre de la celda en la que permaneció detenido por casi 100 días.
Por su parte, contó que recién se pudo “poner al día” cuando habían pasado 40 días de detención. Y recordó lo que le decían durante ese tiempo: “Tranquilo que todo esto va a pasar. Ta te vas”, replicó y consideró: “Entiendo que lo hacen para hacerte sentir bien, pero tampoco para impresionarte ahí adentro. Me lo tomé bastante tranquilo, nunca me bajoneé”.
Y bromeó al asegurar que “el peor error” fue que le hayan dado un marcador con el que realizó todo tipo de dibujos y grafitis en la pared de la celda: “Estaba re limpia y ahora está escrachada”.
En tanto, contó que los lunes, miércoles y viernes tenía permitido y era opcional salir al patio por un período entre media hora y 40 minutos. “Obviamente tenés ganas de ver la luz del sol”.
En aquellas oportunidades, además, aprovechaba para hablar con los otros detenidos. “Ahí los podía ver. Estaba tranquilo, tomaba mate”. Y recordó las primeras impresiones cuando lo conocieron: “Todos me decían que no lo podían creer, que me habían querido ir a ver, otro me dijo que había ido a mi casa y me había esperado cuatro horas un día y yo no lo salí. Yo ni estaba en mi casa ese día”.
Cuando le preguntaron al músico si los otros detenidos le habían pedido que entonara alguna canción, L-Gante se negó y bromeó: “¿Qué soy, El Cuis de El Marginal?”, haciendo referencia al personaje que interpretó el actor Diego Cremonesi en la segunda temporada de la miniserie en la que El Sapo (Roly Serrano) lo obligaba a cantar dentro del penal.
“La policía me trataba bien -continuó-, tampoco te confían un buen trato porque no tienen que tener ese trato, pero también les dejé en claro que no se zarpen conmigo, en los momentos que me querían aplacar. ‘No se zarpen conmigo que estamos de onda acá’”, recordó el músico.
Y concluyó: “No toda la gente está con una condena, o ya declarada culpable ahí. Tampoco tienen el derecho de tratarte mal. Estamos en proceso, todavía ninguno es culpable”.
Entrevista:
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Fuente: Infobae